El Centro Andaluz de las Letras (CAL) ha acordado proponer como Autor del Año 2021 al poeta malagueño Emilio Prados, quien representa «el mejor espíritu de la Generación del 27», según la valoración unánime de la comisión asesora del CAL, encargada de la designación. También se rendirá homenaje a la poeta granadina Mariluz Escribano, quien se incorpora como ‘Clásica Andaluza’, y Pablo García Baena, del que se celebrará el centenario de su nacimiento.
LO MÍNIMO QUE HAY QUE SABER, PARA EMPEZAR, DE EMILIO PRADOS
Emilio Prados (Málaga, 1899- México, 1962), autor de obras como ‘Canciones del farero’, ‘Mínima muerte’ y ‘Jardín cerrado’, forma parte de la Generación del 27 y protagonizó en su ciudad natal la brillante revolución tipográfica de la Edad de Plata con la publicación de revistas como ‘Litoral’ o ‘Ambos’, en las que tuvo una activa participación. El autor fue uno de los más destacados inquilinos de la Residencia de Estudiantes, donde coincidió con Federico García Lorca, Luis Buñuel, Pepín Bello, Salvador Dalí o José Moreno Villa. Emilio Prados tuvo que abandonar España tras la Guerra Civil y murió en el exilio en México.
La poesía de Emilio Prados se incluye plenamente dentro de las corrientes de la
Generación del 27 con su aire de vanguardia y mezcla de lo popular. A su
regreso a Málaga, tras los años en la Residencia de Estudiantes, su obra se
vuelve más social y comprometida dedicándose a enseñar primeras letras a los
hijos de los pescadores de la barriada de El Palo que viven en insalubres
condiciones. Fruto de esa etapa es el ‘Calendario incompleto del pan y el
pescado’ (1933-34), donde dibuja una Málaga utópica con hermosos paisajes
litorales y, al mismo tiempo, sumida en la miseria. En su época del exilio, la
obra del autor malagueño se adentraría en lo introspectivo, metafísico, la
soledad, el paso del tiempo y el desencanto de la vida.
Prados se convirtió en uno de los más destacados personajes
de la Generación del 27 al liderar, junto a Manuel Altolaguirre y más tarde
José María Hinojosa, la mítica revista ‘Litoral’, la publicación más destacada
del grupo poético. Es el tiempo de revistas como ‘Verso y Prosa’,
‘Mediodía’, ‘Papel de Aleluyas’, ‘gallo’ o ‘Carmen’, donde la llamada
Generación de la Amistad publicó sus primeros versos y comenzó a ser conocida.
‘Litoral’ sería el buque de la Generación desde la Imprenta Sur, ubicada en una
calle cercana al puerto de Málaga. Allí se publicaron como suplementos los
libros que serían los pilares de la Generación del 27, entre ellos, los del
propio Emilio Prados. El poeta-impresor evocaría en su obra ‘Canciones del
farero’ aquella imprenta ultramarina con el mar cercano donde «los espejos /
rompían sus barandillas».
Precisamente, en el exilio, concretamente en julio de 1944, los malagueños
Emilio Prados y Manuel Altolaguirre retomarían en México, la patria que los había
acogido en el exilio, el proyecto de la revista ‘Litoral’ junto a otros tres
poetas españoles también desterrados como José Moreno Villa, Juan Rejano y
Francisco Giner de los Ríos.
LO MÍNIMO QUE HAY QUE SABER, PARA EMPEZAR, DE MARILUZ ESCRIBANO
Mariluz Escribano (Granada, 1935 - 2019) ha ejercido
como Catedrática de Didáctica de Lengua y Literatura, primero en la Escuela
Normal (1967-1987) y posteriormente en la Facultad de Ciencias de la Educación
(1987-2015) y ha desarrollado un claro compromiso social y cultural con
Granada, ejerciendo como una de sus figuras más destacadas. Entre otras
iniciativas, fundó en los años noventa “Mujeres por Granada”, centrado en la
defensa patrimonial de la ciudad y en su proyección como ciudad de la
cultura.
Además ha
desarrollado una fecunda carrera como escritora, tanto en verso como en
prosa. Entre sus obras destacan Sonetos del alba,
(1991), Desde un mar de silencio (Cuadernos del Tamarit,
Granada, 1993), Canciones de la tarde (1995), Cartas
de Praga (prólogo de Luis García Montero, 1999), Sopas de ajo (2001,
2ª ed.), Memoria de azúcar (2002), Ventanas al jardín (2002), El
ojo de cristal (2004), Sonetos del alba (2ª ed. con
prólogo de Gregorio Salvador [RAE] y Estudio Preliminar de Remedios Sánchez
García, 2005), Jardines pájaros (2007), Los caballos
ciegos (Estudio Preliminar de Remedios Sánchez, Devenir, 2008) y Escuela
en libertad (2009); en colaboración con Tadea Fuentes ha
publicado, Diálogos en Granada (1995) y Papeles del
diario de doña Isabel Muley (2º ed. 2008).
Con su poemario Umbrales de otoño (Estudio
Preliminar de Remedios Sánchez, Hiperión, 2013), se convirtió en la primera
mujer granadina ganadora del Premio Andalucía de la Crítica, uno de los galardones
más importantes de España. Posteriormente ha publicado El corazón de la
gacela (Valparaíso, 2015) y Geografía del silencio (Calambur,
2018). Azul melancolía (2016) es una antología de su poesía
realizada por la autora en colaboración con Remedios Sánchez, máxima
especialista en su obra.
En 2015 se le ha concedió la Medalla al Mérito de la Ciudad
de Granada por su trayectoria de honestidad y compromiso con la ciudad de la
Alhambra, en la defensa de su historia, su cultura, su patrimonio, su memoria,
su presente y su futuro. También se le concedió el Premio Elio Antonio de Nebrija de las Letras Andaluzas, el máximo galardón en Andalucía.
LO MÍNIMO QUE HAY QUE SABER, PARA EMPEZAR, DE PABLO GARCÍA BAENA
Pablo García Baena. (Córdoba, 29
de junio de 1923- ). Poeta español perteneciente al Grupo Cántico. Su carrera
literaria comienza con la publicación de poemas en la prensa local cordobesa,
firmando bajo el seudónimo de Luis de Cárdenas o simplemente con una E
mayúscula en periódicos como Caracola, El Español y en La Estafeta Literaria.
En el año 1946 publica su primer poemario, Rumor oculto, en la revista
Fantasía. Al año siguiente tras haberse presentado sin éxito junto a su amigo
Ricardo Molina al Premio Adonais de poesía, deciden fundar la revista Cántico,
contando con la colaboración de los también poetas Juan Bernier, Julio Aumente
y Mario López y de los pintores Miguel del Moral y Ginés Liébana. Desde
entonces conocidos como Grupo Cántico que ensalzaban la poesía barroca,
exaltada y vitalista, su poesía influyó entre las generaciones más jóvenes
sirviendo de puente entre los Novísimos y la Generación del 27. La
revista que está en funcionamiento entre los años 1947 y 1957 se
convierte en una de las más importantes de la Postguerra.
Entre 1958 y 1971 se produce un parón en su producción literaria que aprovecha
para en 1964, junto con otros amigos, viajar por la Costa Azul francesa,
la Riviera italiana, Milán, Florencia, Venecia, Roma, Nápoles, Capri, Atenas,
Delfos, Athos, El Cairo y Alejandría, y algunos viajes ocasionales a Florida y
Nueva York. Finalmente vuelve a escribir compaginándolo con su trabajo como
anticuario en Benalmádena (Málaga), donde reside entre 1965 y 2004 año en el
que vuelve a fijar su residencia en su ciudad natal.
Ha sido socio fundador del Ateneo de Córdoba, y ha recibido numerosos
premios y reconocimientos, siendo sin duda el más importante el premio Príncipe
de Asturias de las Letras en el año 1984. Fue director y director emérito del
Centro Andaluz de las Letras.
Por tanto, desde nuestro blog y durante este año que comienza, dedicaremos algunas entradas a estas figuras relevantes del 2021. Estad atentos, esto acaba de empezar.
Deseando leer sus poemas. Gracias por tu trabajo
ResponderEliminarGracias a ti por leer la entrada y valorar el esfuerzo. En breve, tendremos más información...
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