No recuerdo cuál fue el primer libro suyo que leí. Quizás fuera Te llamaré viernes o quizás Atlas de Geografía Humana.
Lo que sí recuerdo claramente fue la sensación que me produjo. Fue como si alguien me dijera al oído: te voy a contar secretos que la gente no conoce, pero yo te los voy a desvelar. Y así fue.
Con Almudena Grandes he vivido intensas historias a lo largo de muchos años. A través de sus palabras he conocido la intrahistoria de España, una España profunda, desconocida, que no aparece en los libros de historia, pero que sí me sonaba conocida en la voz de mi abuela, en la voz de mi madre, porque ellas también contaban parte de esas historias, esos Episodios de una guerra interminable. Con ella también he viajado y no solo con la imaginación, sino también físicamente. Ella ha sido la promotora de varios viajes de verano, cuyos itinerarios aparecían en sus libros, y que me parecieron tan tremendamente interesantes como para realizarlos.
Nosotros nos quedamos un poquito más huérfanos aquí en la tierra, pero seguro que allá donde ella esté seguirá contando historias, porque ella nació para contar historias y así seguirá.
Por Manuela Rojas
Enlaces de interés:
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La columna de Almudena Grandes en la Cadena SER.
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